28 de diciembre de 2007

Hasta los pies

Uno de estos días
intentaré escapar
de todo lo que no sé

Y cuando alcance
la plenitud de la carretera
voy a quedarme dormida
al volante

Para despertar
dos
o quizás
tres horas después
y ver a la cordura
en el espejo retrovisor
convertida
en una mota de polvo
o en una cabeza de caballo
casi perdida
en el horizonte

Pero
así y todo
seguiré creyendo
que
"objects
in mirror
are closer
than
they
appear"

Qué pelotuda...

25 de diciembre de 2007

Ay, hijoderemilputas...

Saliste ya mil veces de la pista a respirar. A reclutar, bien maquillado y ocultando tu lunar.
Un día el bote volcó y el premio a pique se fue, todos te daban por muerto. Y vos allí, en mi remolque sin luz, como un polizón...
Mirá qué tipo espeso, sumiso como un guiso más. Un vago de mil caravanas a punto de quedar a pie. Fundiendo plomo lográs chorros de oro cochino en besos de lo más desnudos. Pero el café, con tu suerte, se enfría en mi mesa fría.
Apuntamos a tu nariz, hundimos tus pómulos y vos resplandecías. No te quedó sueño por vengar
y ya no esperás que te jueguen limpio nunca más.
Salando las heridas, jodiste a todo Cristo y más. A boluditos de la luna y tipas porno-nazi look. Un día el bote volcó y el premio a pique se fue. Todos te daban por muerto. Y vos allí, en mi remolque sin luz, como un polizón...
Tu lengua se derrite en modas de la rabia de hoy. Cuando enfermás con tanta gana, cerrás las filas del dolor. Fundiendo plomo lográs chorros de oro cochino en besos de lo más desnudos. Pero el café, con tu suerte, se enfría en mi mesa fría.
Apuntamos a tu nariz, hundimos tus pómulos y vos resplandecías. No te quedó sueño por vengar
y ya no esperás que te jueguen limpio nunca más.

21 de diciembre de 2007

Veinte años color verde botella


Luca George Prodan
(17 de mayo de 1953 - 21 de diciembre de 1987)

17 de diciembre de 2007

Lewis Carroll - You are old, Father William

"You are old, Father William", the young man said,
"And your hair has become very white;
And yet you incessantly stand on your head
Do you think, at your age, it is right?"

"In my youth", Father William replied to his son,
"I feared it might injure the brain;
But, now that I'm perfectly sure I have none,
Why, I do it again and again."

"You are old", said the youth, "as I mentioned before,
And have grown most uncommonly fat;
Yet you turned a back-somersault in at the door
Pray, what is the reason of that?"

"In my youth", said the sage, as he shook his gray locks,
"I kept all my limbs very supple
By the use of this ointment - one shilling the box -
Allow me to sell you a couple?"

"You are old", said the youth, "and your jaws are too weak
For anything tougher than suet;
Yet you finished the goose, with the bones and the beak
Pray, how did you manage to do it?"

"In my youth", said his father, "I took to the law,
And argued each case with my wife;
And the muscular strength which it gave to my jaw
Has lasted the rest of my life."

"You are old", said the youth, "one would hardly suppose
That your eye was as steady as ever;
Yet you balanced an eel on the end of your nose
What made you so awfully clever?"

"I have answered three questions, and that is enough,"
Said his father; "don't give yourself airs!
Do you think I can listen all day to such stuff?
Be off, or I'll kick you down-stairs!"

16 de diciembre de 2007

Rodolfo Walsh - Operación Masacre (Fragmentos)

La primera noticia sobre los fusilamientos clandestinos de junio de 1956 me llegó de forma casual, a fines de ese año, en un café de La Plata donde se jugaba al ajedrez, se hablaba más de Keres y Nimzovitch que de Aramburu y Rojas, y la única maniobra militar que gozaba de algún renombre era el ataque a la bayoneta de Schlechter en la apertura siciliana.
En ese mismo lugar, seis meses antes, nos había sorprendido una medianoche el cercano tiroteo con que empezó el asalto al comando de la Segunda División y al Departamento de Policía, en la fracasada revolución de Valle. Recuerdo cómo salimos en tropel, los jugadores de ajedrez, los jugadores de codillo y los parroquianos ocasionales, para ver qué festejo era ese, y cómo a medida que nos acercábamos a la plaza San Martín nos íbamos poniendo más serios y éramos cada vez menos, y al fin cuando crucé la plaza me vi solo, y cuando entré a la estación de ómnibus ya fuimos de nuevo unos cuantos, inclusive un negrito con uniforme de vigilante que se había parapetado detrás de unas gomas y decía que, revolución o no, a él no le iban a quitar el arma, que era un notable máuser del año 1901.
Recuerdo que después volví a encontrarme solo, en la oscurecida calle 54, donde tres cuadras más adelante debía estar mi casa a la que quería llegar y finalmente llegué dos horas más tarde, entre el aroma de los tilos que siempre me ponía nervioso, y esa noche más que otras. Recuerdo la incoercible autonomía de mis piernas, la preferencia que, en cada bocacalle, demostraban por la estación de ómnibus, a la que volvieron por su cuenta dos y tres veces, pero cada vez de más lejos, hasta que la última no tuvieron necesidad de volver porque habíamos cruzado la línea de fuego y estábamos en mi casa. Mi casa era peor que el café y peor que la estación de ómnibus, porque había soldados en las azoteas y en la cocina y en los dormitorios, pero principalmente en el baño, y desde entonces he tomado aversión a las casas que están frente a un cuartel, un comando o un departamento de policía.
Tampoco olvido que, pegado a la persiana, oí morir a un conscripto en la calle, y ese hombre no dijo "Viva la patria", sino que dijo: "No me dejen solo, hijos de puta".
Después no quiero recordar más, ni la voz del locutor en la madrugada anunciando que dieciocho civiles han sido ejecutados en Lanús, ni la ola de sangre que anega al país hasta la muerte de Valle. Tengo demasiado para una sola noche. Valle no me interesa. Perón no me interesa, la revolución no me interesa. ¿Puedo volver al ajedrez?
Puedo. Al ajedrez y a la literatura fantástica que leo, a los cuentos policiales que escribo, a la novela "seria" que planeo para dentro de algunos años y a otras cosas que hago para ganarme la vida y que llamo periodismo, aunque no es periodismo. La violencia me ha salpicado las paredes, en las ventanas hay agujeros de balas, he visto un coche agujereado y adentro un hombre con los sesos al aire, pero es solamente el azar lo que me ha puesto eso ante los ojos. Pudo ocurrir a cien kilómetros, pudo ocurrir cuando yo no estaba.
Seis meses más tarde, una noche asfixiante de verano, frente a un vaso de cerveza, un hombre me dice:
- Hay un fusilado que vive.
No sé que es lo que consigue atraerme en esa historia difusa, lejana, erizada de improbabilidades. No sé por qué pido hablar con ese hombre, por qué estoy hablando con Juan Carlos Livraga.
Pero después sé. Miro esa cara, el agujero en la mejilla, el agujero más grande en la garganta, la boca quebrada y los ojos opacos donde se ha quedado flotando una sombra de muerte. Me siento insultado, como me sentí sin saberlo cuando oí aquel grito desgarrador detrás de la persiana.

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Horacio di Chiano no se mueve. Está tendido de boca, los brazos flexionados a los flancos, las manos apoyadas en el suelo a la altura de los hombros. Por un milagro no se le han roto los anteojos que lleva puestos. Ha oído todo - los tiros, los gritos - y ya no piensa. Su cuerpo es territorio del miedo que le penetra hasta los huesos: todos los tejidos saturados de miedo, en cada célula la gota pesada del miedo. No moverse. En estas dos palabras se condensa cuanta sabiduría puede atesorar la humanidad. Nada existe fuera de ese instinto ancestral.
¿Cuánto tiempo hace que está así, como muerto? Ya no sabe. No lo sabrá nunca. Sólo recuerda que en cierto momento oyó las campanas de una capilla próxima. ¿Seis, siete campanadas? Imposible decirlo. Acaso eran soñados aquellos sones lentos, dulces y tristes que misteriosamente bajaban de las tinieblas.
A su alrededor se dilatan infinitamente los ecos de la espantosa carnicería, las corridas de los prisioneros y los vigilantes, las detonaciones que enloquecen el aire y reverberan en los montes y caseríos más cercanos, el gorgoteo de los moribundos.
Por fin, silencio. Luego el rugido de un motor. La camioneta se pone en marcha. Se para. Un tiro. Silencio otra vez. Torna a zumbar el motor en una minuciosa pesadilla de marchas y contramarchas.
Don Horacio comprende, en un destello de lucidez. El tiro de gracia. Están recorriendo cuerpo por cuerpo y ultimando a los que dan señales de vida. Y ahora...
Si, ahora le toca a él. La camioneta se para. El suelo, bajo los anteojos de don Horacio, desaparece en incandescencias de tiza. Lo están alumbrando, le están apuntando. No los ve, pero sabe que le apuntan a la nuca.
Esperan un movimiento. Tal vez ni eso. Tal vez le tiren lo mismo. Tal vez les extrañe, justamente, que no se mueva. Tal vez descubran lo que es evidente, que no está herido, que de ninguna parte le brota sangre. Una náusea espantosa le surge del estómago. Alcanza a estrangularla en los labios. Quisiera gritar. Una parte de su cuerpo - las muñecas apoyadas como palancas en el suelo, las rodillas, las puntas de los pies - quisiera escapar enloquecida. Otra - la cabeza, la nuca - le repite: no moverse, no respirar.
¿Cómo hace para quedarse quieto, para contener el aliento, para no toser, para no aullar de miedo?
Pero no se mueve. El reflector tampoco. Lo custodia, lo vigila, como en un juego de paciencia. Nadie habla en el semicírculo de fusiles que lo rodea. Pero nadie tira. Y así transcurren segundos, minutos, años...
Y el tiro no llega.
Cuando oye nuevamente el motor, cuando desaparece la luz, cuando sabe que se alejan, don Horacio empieza a respirar, despacio, despacio, como si estuviera aprendiendo a hacerlo por primera vez.

13 de diciembre de 2007

Animación suspendida


I've drown in oceans mine
I woke the dead
And still the dry bones live again

Desire
Haunts me long
The light of
Three suns and one star
Watch over me

6 de diciembre de 2007

Fan


(Andy Summers - Starstruck, 1982)



Andy Summers es el guitarrista de The Police, además de eximio fotógrafo. Pueden ver más de sus fotos acá. Hay muchísimos trabajos excelentes, pero éste me resulto por demás atractivo. El título, Starstruck, es una expresión inglesa que, como su interpretación literal sugiere, se refiere básicamente a quedarse de cara por el shock de conocer a tu ídolo. Y, en la foto, se da una curiosa situación: Andy es a la vez fotógrafo y causante de la reacción de su sujeto. Más que el gesto en el rostro del fan, creo que el centro visual de la fotografía está en el papel colgando de su mano derecha, que ahora yace laxo y olvidado: el objetivo del autógrafo ha quedado atrás momentáneamente ante la emoción paralizadora.

Gracias a Aguilucho por la sugerencia.

3 de diciembre de 2007

Charles Bukowski - La senda del perdedor (Fragmento)

La guerra estaba yendo bastante bien en Europa. Al menos para Hitler. La mayoría de los estudiantes no se pronunciaban sobre el tema. Pero los profesores auxiliares eran casi todos izquierdistas y antihitlerianos. Parecía no haber derechistas entre los profesores exceptuando al señor Glasgow, de Económicas, y lo era con discreción.
Lo correcto, intelectual y popular, era ir a la guerra contra Alemania para detener el avance del fascismo. En mi caso no tenía ningunas ganas de ir a la guerra para salvar mi modo actual de vida o el posible futuro que me esperaba. Yo no tenía Libertad. No tenía nada. Con Hitler quizás obtuviera un coño de cuando en cuando y una paga semanal de más de un dólar. Además, como había nacido en Alemania, tenía una cierta lealtad natural y no me gustaba ver cómo equiparaban a todos los alemanes con monstruos e idiotas. En los cines aceleraban las imágenes de las noticias para hacer que Hitler y Mussolini parecieran locos frenéticos. También, con todos los profesores en contra de Alemania, descubrí que personalmente me era imposible simplemente estar de acuerdo con ellos. Sin sentirme alienado, pero naturalmente contrariado, decidí oponerme a sus puntos de vista. Nunca había leído el Mein Kampf ni tenía deseos de hacerlo. Para mí, Hitler sólo era otro dictador, sólo que, en vez de mis regañinas a la hora de cenar, probablemente me volara los sesos o las pelotas si iba a la guerra a intentar pararle.
Algunas veces, cuando los profesores hablablan y hablaban sobre los horrores del nazismo (nos enseñaron a escribir "nazi" con "n" minúscula, incluso si encabezaba una frase) y el fascismo, yo me ponía en pie de un brinco y soltaba algún comentario:
- ¡La supervivencia de la raza humana depende de una selección responsable!
Lo que significaba: vigila con quién te vas a la cama; pero yo sólo sabía eso. Realmente mosqueaba a todo el mundo.
No sé de donde sacaba mis discursitos:
- Uno de los errores de la democracia es que el voto universal da lugar a un líder común que nos conduce a una vida vulgar, apática y predecible.
Evitaba cualquier referencia directa a los judíos y los negros, los cuales nunca me habían ocasionado ningún problema. Todos mis problemas provenían de los blancos no judíos. Por lo tanto yo no era nazi por temperamento o elección; fueron los profesores los que me hicieron seguir esa línea por parecerse y pensar como ellos y encima tener un prejuicio antialemán. Además yo había leído por ahí que si un hombre no creía o entendía verdaderamente la causa a la cual se adhería, de algún modo podía ser más convincente, lo que me daba una considerable ventaja sobre los profesores.
- Entrenad un caballo de tiro para convertirlo en uno de carreras y obtendréis un híbrido que no es ni veloz ni fuerte. ¡Una nueva Raza Dominadora surgirá de la selección premeditada y útil!
- No hay guerras buenas o malas. Lo único malo de una guerra es perderla. En todas las guerras ambos lados creen pelear por una Buena Causa. No se trata de saber quién tiene o no la razón, ¡se trata de comprobar quién tiene los mejores generales y el mejor ejército!
Me encantaba. Podía demostrar todo lo que me daba la gana.

2 de diciembre de 2007

El rey puerco me ha vencido

Es encantador...tan encantador. Jurás que te criaste en un balde de gusanos. Tonteras de ayer que no te dejan ser feliz. No te están quedando más de tus balas de plata. No debí decirlo, tu esclavo ahora soy.
Es encantador...tan encantador. Debo confesarte que algo me he guardado: me dejé ganar y me puse encantador. A mi alrededor todos piensan que bromeo, y es encantador que pueda sentirme así.
Es encantador...tan encantador.
Hay en tu voz un dolor ligero, encantador, con color de pillo.
Es encantador...muy encantador...tan encantador.
Sos titán del sexo, persuasivo y goloso. Tu tipa no ve que es una cerda igual que vos. Te manda mensajes de estrellita caliente, traga y hace muecas, implora y pide más.
Sos encantador...muy encantador
Lengua rosada y de terciopelo, Café del Mar y baladas tontas.
Es encantador...tan encantador. Seco, congelado, tonto y afortunado. Macho tupperware, confortable, tudo bem. Cargás con la madre de todas las resacas. Cara de tapir, de gordito bon-o-bon.
Sos encantador...muy encantador...tan encantador.


(Carlos "Indio" Solari - Te estás quedando sin balas de plata)

1 de diciembre de 2007

Y, mientras tanto, el sol se muere...


Te voy a encontrar en la oscuridad
Algún día, pronto, una de mis vidas
va a intentar matarme
Y lo va a lograr

¿Cómo será andar solito allá en la muerte?

25 de noviembre de 2007

Carajografía


Marcelo "Corvata" Corvalán





Hernán "Tery" Langer





Andrés "Niño" Vilanova




(Córdoba, 24 de noviembre de 2007)

Amanecer ectópico

El sol nace y muere
en un orgasmo implosivo
que retorna una y otra vez
a su propio núcleo
en un clamor fluído y fétido

Y comienza la escalada hacia abajo
a través del cordón cianótico
que reclamó mi oxígeno
en aquel momento primal
(¿Es que acaso la muerte tiene memoria?)

Hasta pisar
este suelo
cubierto de obituarios ilegibles.

20 de noviembre de 2007

Lovehatelove


Anton Corbijn - Kurt Cobain, Seattle, 1993


16 de noviembre de 2007

Alice In Chains - Dirt

I have never felt such frustration or lack of self control. I want you to kill me and dig me under, I wanna live no more.
One who doesn't care is one who shouldn't be. I've tried to hide myself from what is wrong for me. For me.
I want to taste dirty, a stinging pistol in my mouth, on my tongue. I want you to scrape me from the walls and go crazy like you've made me
One who doesn't care is one who shouldn't be. I've tried to hide myself from what is wrong for me.
You, you are so special. You have the talent to make me feel like dirt. And you, you use your talent to dig me under and cover me with dirt.
One who doesn't care is one who shouldn't be. I've tried to hide myself from what is wrong for me.

15 de noviembre de 2007

Perra

Nietoperz: On jest kurwa! dice:
blah i'm bitching

Nietoperz: On jest kurwa! dice:
i'm such a bitch

I know the pieces fit


Cold silence has a tendency to atrophy any sense of compassion between supposed lovers.


13 de noviembre de 2007

La Catrina


Al final de la procesión
el muerto
el bello muerto
con el corazón expuesto

No te engañes
dice ella
La Catrina
en su palacio de huesos
las hogueras se durmieron

¿Podría yo...?
digo
mientras sus cuencas vacías
me hablan como a un niño
que contempla el viaje final de su inocencia
en el cuerpo inerte de un pájaro

Segundos después
el crujido
la implosión
las palomas que huyen de la plaza
y su piedad

10 de noviembre de 2007

So tell me why you've chosen me


Where do I take this pain of mine?
I run but it stays right by my side

So tear me open, pour me out
There's things inside that scream and shout
And the pain still hates me
So hold me
Until it sleeps

7 de noviembre de 2007

Charles Bukowski - Ellos, todos ellos, saben

Pregúntale a los pintores de veredas de París
Pregúntale al sol sobre un perro dormido
Pregúntale a los 3 chanchitos
Pregúntale al vendedor de diarios
Pregúntale a la música de Donizetti
Pregúntale al peluquero
Pregúntale al asesino
Pregúntale al hombre apoyado contra la pared
Pregúntale al predicador
Pregúntale al fabricante de botiquines
Pregúntale al carterista o al
prestamista o al soplador de botellas
o al vendedor de abono o
al dentista
Pregúntale al revolucionario
Pregúntale al hombre que lanzará la próxima bomba atómica
Pregúntale al hombre que cree ser Cristo
Pregúntale al pájaro que regresa a casa por la noche
Pregúntale a Tom el mirón
Pregúntale al hombre que muere de cáncer
Pregúntale al hombre que necesita un baño
Pregúntale al hombre con una sola pierna
Pregúntale al ciego
Pregúntale al tartamudo
Pregúntale al opiómano
Pregúntale al cirujano tembloroso
Pregúntale a las hojas secas bajo tus pies
Pregúntale a un violador o a un
chofer de tranvías o a un viejo
que saca la maleza de su jardín
Pregúntale a un chupasangre
Pregúntale a un entrenador de pulgas
Pregúntale al tragafuegos
Pregúntale al hombre más miserable que puedas
encontrar en su más
miserable momento
Pregúntale a un profesor de judo
Pregúntale a un domador de elefantes
Pregúntale a un leproso,
a un condenado a cadena perpetua,
a un asmático
Pregúntale a un profesor de historia
Pregúntale al hombre que nunca se limpia las uñas
Pregúntale a un payaso o pregúntale a la primera
cara que veas a la luz del día
Pregúntale a tu padre
Pregúntale a tu hijo y a su hijo por nacer
Pregúntame a mi
Pregúntale a una lamparita quemada en una bolsa de papel
Pregúntale al tentado, al maldito, al tonto, al sabio, al esclavo
Pregúntale a los constructores de templos
Pregúntale a los hombres que nunca tuvieron zapatos
Pregúntale a Jesús
Pregúntale a la luna
Pregúntale a las sombras en el ropero
Pregúntale a la polilla, al monje, al loco
Pregúntale al hombre que dibuja historietas para The New Yorker
Pregúntale a un pez dorado
Pregúntale a un junco en el viento
Pregúntale al mapa de la India
Pregúntale a una cara amable
Pregúntale al hombre escondido debajo de tu cama
Pregúntale al hombre que más odies en este mundo
Pregúntale al hombre que se emborrachaba con Dylan Thomas
Pregúntale al hombre que le ponía los guantes a Jack Sharkey
Pregúntale al hombre de cara triste que toma cafe
Pregúntale al plomero
Pregúntale al hombre que sueña con avestruces cada noche
Pregúntale al boletero de un show de monstruosidades
Pregúntale al falsificador
Pregúntale al hombre que duerme en un callejón envuelto en papel de diario
Pregúntale a los conquistadores de naciones y planetas
Pregúntale al hombre que se cortó el dedo
Pregúntale a una marca de lápiz en la Biblia
Pregúntale a las gotas que caen de una canilla mientras suena el teléfono
Pregúntale al perjuro
Pregúntale a la pintura azul profundo
Pregúntale al paracaidista
Pregúntale al hombre que tiene dolor de panza
Pregúntale al ojo divino que nada tan liso
Pregúntale al muchacho de pantalones cortos en el colegio caro
Pregúntale al hombre que se resbaló en la bañera
Pregúntale al hombre masticado por el tiburón
Pregúntale al que me vendió dos guantes de la misma mano
Pregúntale a éstos y todos aquéllos de los que me olvido
Pregúntale al fuego, al fuego, al fuego
Pregúntale incluso a los mentirosos
Pregúntale a quien se te dé la gana en el momento
que quieras el día que se te antoje
llueva o nieve, mientras sales
de un zaguán amarillo
Pregúntale a éste, pregúntale a aquél
Pregúntale al hombre que tiene una cagada de pájaro en el pelo
Pregúntale al torturador de animales
Pregúntale al hombre que vio muchas corridas de toros en España
Pregúntale a los dueños de Cadillacs nuevos
Pregúntale al famoso
Pregúntale al tímido
Pregúntale al albino y al hombre de estado
Pregúntale a los porteros y a los jugadores de pool
Pregúntale a los falsos
Pregúntale a los asesinos a sueldo
Pregúntale a los calvos y a los gordos y a los altos y a los bajos
Pregúntale a los tuertos, a los que cogen mucho y a los que no
Pregúntale a los hombres que leen todas las editoriales de los diarios
Pregúntale a los hombres que cultivan rosas
Pregúntale a los hombres que casi no sienten dolor
Pregúntale al moribundo
Pregúntale a los jardineros y a los fanáticos del fútbol
Pregúntale a cualquiera de ellos o a todos ellos
Pregunta, pregunta, pregunta, que todos te van a decir:

Una esposa gruñendo en lo alto de una escalera es más de lo que un hombre puede soportar.

4 de noviembre de 2007

Johnny y June


Annie Leibovitz - June Carter Cash and Johnny Cash, Hiltons, Virginia, 2001

1 de noviembre de 2007

David St. Hubbins


"I believe virtually anything I read, and I think that is what makes me more of a selective human than someone who doesn't believe anything"

Almafuerte - A vos amigo

Esta vez, te lo dedico a vos, hermano amigo. Que desde ayer andas conmigo este camino. Es mía la suerte de poder cantar esto que mando, agradecido. A vos, arquetipo del nunca aflojar, leal y gamba. Amigo, fundido estoy con vos.
No olvidé. Será por eso que, aunque yo rezo, no creo en el perdón. Sí en el destino que nos arrimó. Fueron las plateadas cruces de Black Sabbath y su resplandor, sumadas a la bella séptima estrella y la concha de Dios, que estamos unidos desde el mediodía del domingo aquel, donde se intercambiaban discos de vinilo. Con rumbo al otro lado vamos vos y yo. Vos y yo.
Con rumbo al otro lado, vos y yo fundido a vos.
No olvidé, y sé que no olvidar es grave y fuerte...

31 de octubre de 2007

Química orgánica

Vic -- Irie - Ubuntu --- A supravietuit un eu si se a stins dragostea... dice:
mi cuerpo está compuesto por 70% paranoia y 30% faso

Vic -- Irie - Ubuntu --- A supravietuit un eu si se a stins dragostea... dice:
debe ser por eso

30 de octubre de 2007

Walpurgisnacht

Paseándose por la línea invisible
que me he trazado alrededor del cuello
(la última frontera de la cobardía)
sus llantos me obligan a estar viva

¿Cómo voy a alimentar
a estos vástagos inoportunos
si solo mana sangre de mis pechos?

Los universos muertos en mi vientre
están devorándome por dentro...

29 de octubre de 2007

Anthrax - Only (o "la canción perfecta", según James Hetfield)

¡Cuidado! ¡Los '90 atacan!

The patient


A groan of tedium escapes me
Startling the fearful
Is this a test? It has to be
Otherwise I can't go on
Draining patience, drain vitality
This paranoid, paralyzed, vampire act's a little old

But I'm still right here
Giving blood, keeping faith
And I'm still right here

Wait it out
Gonna wait it out
Be patient

28 de octubre de 2007

Morpheus is gone

Bienvenido al desierto de lo real…
No puedo parar de estornudar con tanto sol. Por supuesto que el disfraz tiene que ausentarse, aquí se requiere piel sin aditivos, presta al curtido, cuero ampollado al borde de la necrotización. Aunque si de disfraz de ficción se trata…bueno, ya no sé. Es que, en realidad, no puedo pensar con tanta sed.
Solo sentir. Y claro, no sirve, porque las sensaciones andan batiendo las alas por ahí, huérfanas de referentes, y me van a volver loca. Ayer acaricié un gato y casi lloro. No solo por el hecho de que era una cosa hermosísima (gordo, blanco y suave, trilogía perfecta), sino porque sabía que esa inigualable sensación de roce entre su piel y mis palmas era la misma nada. Y yo necesitaba tocar algo que no me dañara, mirar luces fuertes que no me quemaran las córneas, dormir en superficies gentiles y cálidas, pero acá hay solo tres dimensiones: un arriba que se me cae encima, un adelante que me come los tímpanos y un adentro del que mejor ni hablar. Y el cliché que asoma, la frase infaltable del mismo autor de siempre. I feel so alone…gonna end up a big old pile of them bones.


(Derivado impensado de esto)

27 de octubre de 2007

No más nada (por Victoria Garino)

¿Quién sos? Éste, dolor en mis entrañas, espejismo sobre las montañas
reflejo en el agua del arroyo que se pierde cuesta abajo y desaparece en la sed de la tierra
perfume de la mínima flor blanca, jazmín en mi ventana
¿Quién sos? Que no puedo verte...
te siento y no puedo tocarte, intangible
sombra que se escabulle por la puerta del patio de atrás, fantasma
eco, palabra, juegos, metáforas y figuras
Enredadera de zarzamoras,
cannabis y amapolas.

24 de octubre de 2007

Almafuerte - Homenaje

Ñandubayzal, en Entre Ríos, Gualeguaychú suburbano. Donde mi vagar halló destino. Maestro amigo y hermano, sí.
Rancho plantau junto al camino que va hacia el río curveando. Pasión de santos, ví un gaucho vivo y me arrimé a saludarlo.
Mucha riqueza adquirí al conocerle graves decires de aguda intuición. ¡Cómo no cantarle a la honra de un jinete, exponente vivo de la tradición, eslabón perdido!.
Si te mandás por ser quien siente, que no te gane el espanto. Muchos se van a otros países buscando un gurú o un algo.
Si lo encontrás, quisiera le recuerdes que yo le canto con toda mi voz. Y esta guitarra, soleando, pretende decirte: amigo soy contigo. Augusto Romero, voy a vos.
Si lo encontrás, quisiera le recuerdes que yo le canto con toda mi voz. Y es la guitarra del Tano, que pretende decirte: amigo, voy a vos.
Mucha riqueza adquirí al conocerle graves decires de aguda intuición. ¡Cómo no cantarle a la honra de un jinete, exponente vivo de la tradición, eslabón perdido!.
Ñandubayzal, en Entre Ríos, Gualeguaychú suburbano.

21 de octubre de 2007

Apocalipsis del sustento interior

No estoy
No…estoy
Se lo tiene que repetir una y otra vez, sólo para alejarse mentalmente de esas coordenadas espacio-temporales en las que se ha materializado de repente. Latitudes y longitudes que la electrocutan con imágenes de abismos tan insalvables como atrayentes para la zambullida con vanguardia craneal.
Una punzada roma en el tobillo derecho. La verja de piedras de la que alguna vez fue Plaza Oasis, en una noche cuya hermosura objetiva le resbala por todos los sentidos. La frente amplia sobre la mano pequeña. Cigarrillos que duelen en el pecho y en la espalda.
De su (lejana) derecha, parten gritos de festejo ante un gol de tiro libre, ejecutado con fría precisión por un adolescente flacucho. Puede ver el gesto de adusto orgullo que se asienta en la cara del muchacho ante las felicitaciones de sus compañeros, y termina sopesando hasta la náusea el absurdo de lo que acaba de contemplar. ¿Qué ganaste, pibe? Sos un boludo. Le dan ganas de levantarse, correr, plantársele enfrente y gritarle ese adagio que (lo decidió hace un rato) pronto se pintará en una remera que usará a perpetuidad: “Es al pedo”. Pero no…es mejor que se de cuenta solito. A los golpes, como debe ser, m’hijito.
De repente, no puede evitar sentir que, si se queda un segundo más sentada ahí, sus miembros tomarán por ósmosis la cualidad porosa del rejunte de rocas que los sostiene. Decide ponerse en movimiento. A medida que camina, ve (para su completo horror) más y más gente viva. Se apilan unos sobre otros, condenados a su animación teatral y siniestra. El escape se le hace inminente.
Algo se quema en algún lado. El pungente olor ceniciento que trae la brisa enciende la inferencia. Eso le recuerda a una fotografía que una vez vio y que le resultó gloriosamente bella por pura imponencia trágica: un monje tibetano inmolándose en brazos del fuego, sentado en el suelo con las piernas cruzadas, sin mover ni siquiera un músculo bajo esa tortura de inconmensurable autocrueldad. Esa estoicidad soberbia, heroica, y a la vez completamente estúpida siempre le resultó admirable y repulsiva al mismo tiempo.
Introduce la mano en su bolso negro y la extrae con un cabello ajeno pero totalmente conocido enredado en su dedo índice. Comienza a desear. Y lo consigue. El olor a carne quemada ahora se eleva desde su propia traquea. Un dolor indescriptible por mera incomunicación se le aloja en el estómago, para subir como un globo centelleante hasta su corazón, que explota en miles de cenizas incandescentes, como el cielo de una noche navideña. Aún le queda tiempo para escuchar como los gritos futboleros se transfiguran en alaridos de horror. Pero ella, al igual que el monje, no emite un solo sonido, mientras sus cenizas encuentran un hogar en ese mismo césped que una vez, hace tiempo, la vio renacer.

20 de octubre de 2007

Len Giut

malditoduende27@hotmail.com dice:
hola

malditoduende27@hotmail.com dice:
fuiste a la usina anoche

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
no...que habia?

malditoduende27@hotmail.com dice:
no estaba el ex de sabbat y purple

malditoduende27@hotmail.com dice:
no se como se escribe

malditoduende27@hotmail.com dice:
len giut

malditoduende27@hotmail.com dice:
algo asi

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
ah, si, glenn hughes

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
no, no fui

malditoduende27@hotmail.com dice:
huuuuuuuuuuuu

malditoduende27@hotmail.com dice:
yo pense que fuiste

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
no

malditoduende27@hotmail.com dice:
bueno

19 de octubre de 2007

Flor, la pordiosera, dice...

hola el toti

es una groso y una

masa hablando

lo amo no tengo novio

en falta de un amor

amo a jovenes y vos

toti tenes un personalidad

que las pordioseras

te queremos y es decir te amamos

con la musica q das en cada

recital y nos cagamos de risa

cuando el hombre araña

yamado toti empieza a treparse

chauuuu

y sere pordiosera hasta q me muera

con tu musica soy feliz


(Extraído de la sección comments del celebérrimo blog Se está buscando una paliza. Aquí pueden ver el post que generó la reacción de esta criaturilla del Señor, y aquí pueden ver el comentario en versión original)

18 de octubre de 2007

Nine Inch Nails - Wish

This is the first day of my last days
I built it up, now I take it apart, climbed up real high, now fall down real far

No need for me to stay, the last thing left I just threw it away
I put my faith in God and my trust in you
Now there's nothing more fucked up I could do

Wish there was something real, wish there was something true
Wish there was something real in this world full of you

I'm the one without a soul, I'm the one with this big fucking hole
No new tale to tell, twenty-six years on my way to hell
Gotta listen to your big time, hard line, bad luck, fist fuck
Don't think you're having all the fun
You know me, I hate everyone

Wish there was something real, wish there was something true
Wish there was something real in this world full of you

I want to, but I can't turn back
But I want to

Wish there was something real, wish there was something true
Wish there was something real in this world full of you

This world full of you


(Acabo de convertirme en un inmundo cliché, maldita sea)

15 de octubre de 2007

Der Untergang


If you should go skating
On the thin ice of modern life
Dragging behind you the silent reproach
Of a million tear-stained eyes

Don't be surprised when a crack in the ice
Appears under your feet

You slip out of your depth and out of your mind
With your fear flowing out behind you
As you claw the thin ice

14 de octubre de 2007

Culiado...


(Si se siente con la presencia de ánimos suficiente como para sumergirse en todo un mundo de bizarreadas cartelísticas, diríjase aquí)

12 de octubre de 2007

Lucy on the ground with mud

Las rodillas cerca del mentón
El estómago se inflama
En una esfera grotesca
Marrón como el barro

Me estoy convirtiendo en eso...

En vómitos trasnochados
En venas que desaparecen
En terror

Los ojos cerrados de par en par
Se esfuerzan para ver
Lo que ya no está
Marrón como el barro
Blanco como la muerte

Se está convirtiendo en eso...

¿Ya no llorás?
I don't think
I'll ever
Get
Dry

9 de octubre de 2007

Hermanos Marx - Groucho y Chico, abogados (Fragmento)

Chico: No tengo billetes, no tengo nada, no me paga usted nunca y quiero mi dinero, jefe.

Groucho: ¿Que quiere su dinero? Querrá usted decir mi dinero.

Chico: Mr. Flywheel, me debe usted trescientos dólares y los voy a cobrar.

Groucho: De acuerdo, vamos a ver cuánto tengo. Cincuenta, sesenta, ochenta, ochenta y cinco, noventa, un dólar...Pues no. No tengo más que un dólar.

Chico: Está bien. Lo tomo.

Groucho: Lo siento, Ravelli, pero resulta que es el monedero de Miss Dimple. Le diré lo que vamos a hacer. No tengo los trescientos dólares, así que le regalo el negocio y yo trabajaré para usted.

Chico: ¿Que trabajará usted para mí? ¿Y cómo le voy a pagar el sueldo?

Groucho: Verá, en cuanto usted me deba trescientos dólares, me devuelve el negocio, y luego vuelve a trabajar para mí.

Chico: De acuerdo. Tendremos que poner mi nombre en la puerta.

Groucho: ¡Es usted un magnífico hombre de negocios, Ravelli! Cuesta dos dólares cambiar el nombre de la puerta pero el suyo lo podemos cambiar por nada. Vamos a ver...Flywheel, Shyster y Flywheel. Yo soy los dos Flywheels y Shyster no pertenece a la empresa.

Chico: Entonces, ¿por qué está ahí su nombre?

Groucho: Verá, Shyster se escapó con mi mujer, y yo puse su nombre en la puerta en señal de gratitud. Oiga: ¿por qué no usa usted el nombre de Shyster?

Chico: Muy bien, me cambio el nombre. De ahora en adelante seré Shyster Ravelli.

4 de octubre de 2007

Nox irae

La sábana sobre la que me acuesto
Tiene un pequeño agujero
Y todas las noches
Se abre como una boca deshilachada
Que devana
Las palabras que, al no ser dichas
Caen debajo de la cama

¿Por qué elegís vivir
Entre cenizas de trébol?
Pregunta

Ahora
Cuando me hundo
En la saliva de la autoeliminación
Puedo responderle

Es porque mi ausencia
No arroja sombras
Es porque sólo soy
Una mujer
Más
O menos

3 de octubre de 2007

30 de septiembre de 2007

Queens Of The Stone Age - Hangin' Tree (Versión acústica)

Benditas sean las pútridas profundidades infernales que engendraron a Mark Lanegan...

29 de septiembre de 2007

Tristan Tzara - Para hacer un poema dadaísta

Tome un periódico.
Tome unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que quiere darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida por el vulgo.

28 de septiembre de 2007

26 de septiembre de 2007

Johnny Cash - Cocaine Blues

Early one mornin', while makin' the rounds
I took a shot of cocaine and I shot my woman down
I went right home and I went to bed
I stuck that lovin' 44 beneath my head

Got up next mornin' and I grabbed that gun
Took a shot of cocaine and away I run
Made a good run, but I run too slow
They overtook me down in Juarez, Mexico

Late in the hot joints, takin' the pills
In walked the sheriff from Jericho Hill
He said "Willy Lee, your name is not Jack Brown
You're the dirty hack that shot your woman down"

Said "yes, oh yes, my name is Willy Lee
If you've got the warrant just aread it to me
Shot her down because she made me slow
I thought I was her daddy, but she had five more"

When I was arrested I was dressed in black
They put me on a train and they took me back
Had no friend for to go my bail
They slapped my dried up carcass in the county jail

Early next mornin', 'bout a half past nine
I spied the sheriff coming down the line
Talked and he coughed as he cleared his throat
He said "come on, you dirty hack, into that district court"

Into the courtroom my trial began
Where I was handled by twelve honest men
Just before the jury started out
I saw the little judge commence to look about

In about five minutes in walked the man
Holding the verdict in his right hand
The verdict read in the first degree
I hollered "Lordy, Lordy, have a mercy on me"

The judge he smiled as he picked up his pen
99 years in the Folsom pen
99 years underneath that ground
I can't forget the day I shot that bad bitch down

Come on you've gotta listen unto me
Lay off that whiskey and let that cocaine be!

24 de septiembre de 2007

Eso

Contra mis dientes choca un sonido borboteante
Son fósiles vivos en punto de ebullición
Más una lengua muerta que convulsiona
Tengo los labios cosidos
En un ritual
Mudo
Autoinfligido

Sí, quiero tener una muñeca decapitada
Se vería bien sobre mi cama
Y descansando en mi pecho mientras duermo

Voy a decir algo
O todo
Quién sabe…

Fin escapatoria

Cuatro de la madrugada. Despierta súbitamente, envuelto en un aullido silencioso que le llena los oídos desde adentro. Ignora si el sonido puede rastrearse hasta su garganta y no hay nadie cerca para acercarle una comprobación, así que vuelve a apoyar su sien derecha en esa almohada perversamente húmeda. El sudor que la tela había bebido en sutil ósmosis le sella el insomnio en la frente. Comienza a preguntarse por qué su costumbre de caminar desnudo por las veredas cotidianas hace que, paradójicamente, todo el mundo piense que porta el más bufonesco de los disfraces. Quizás el problema es ese: la ausencia de ropas genera desconfianza e incluso terror a aquellos seres tranquilos y felices que acompañan su caminar, cubiertos en diversos grados por recursos textiles, más o menos reveladores. ¿Se habría equivocado tanto?. No, no, otra vez no, no, así no. Pero…¿acaso no sonríen todos los demás, por encima de sus telas protectoras en cómodos y variados diseños? Concluye que lo cierto es que ellos posan sus cabezas descontracturadas sobre almohadas secas. El no. Párpados abajo. Fin del primer acto.

Tres veces lo había intentado, con medios escogidos luego de escrupulosas investigaciones de costo, disponibilidad y efectividad. Los resultados fueron sucesivamente saboteados por su cobardía (que sus amigos habían bautizado con el inmundo cliché de “ganas de vivir”): la nueve milímetros simplemente lo paralizó con su simple-aunque-imponente presencia, la tentativa de lanzarse desde la terraza del hotel donde trabajaba fue abortada luego de que el vértigo le impidiera el necesario acto de balancear los pies en el borde y mirar hacia abajo, y la lluvia de Rivotril que se propinó una calurosa noche de noviembre le suspendió todas las funciones biológicas menos el pánico, que hizo mover sus dedos (aún no entendía como carajo lo había hecho) para teclear el número del servicio de emergencias. Ganas de vivir. Qué hijos de puta.

Nueve botoncitos de plástico luminosos ceden bajo su dedo índice. Tono de llamada. Voz sorprendentemente suave que responde del otro lado. Formalidades que estorban más que nunca. Meollo de conversación áspero y duro como el mismísimo carozo de un durazno. Tratativas de dinero, directivas para la realización del laburito en cuestión. Especificaciones demasiado particulares para la forma de pago. No hay quejas del otro lado, lo cual confirma la redonda perfección del momento. Tenía que ser así, evidentemente.

Dos ancianas le sonríen, agradecidas por el trato cordial que él acaba de dispensarles. Si supieran. Termina su turno en la recepción del hotel y cambia su impecable uniforme azul por unos jeans que acusan años de abuso y una remera negra, prendas elegidas y embutidas en la mochila con especial cuidado, sabiendo que gran parte del éxito del laburito depende de que la apariencia se ajuste al acuerdo. Mientras camina sin ruido por la alfombra bordó, saluda con un gesto desganado al simulacro de muñeco Ken que lo reemplaza en el puesto. Una risa amarga muere detrás de sus dientes al saborear la idea de no ver nunca más ese rostro cortado con plástica y repulsiva perfección, esa sonrisa blanquecina que no sabe de falsedades simplemente porque es demasiado falsa, esos ojos que han visto todo y no han observado nada. Maldito maniquí afortunado que no abrirá desmesuradamente los ojos ante la presencia del hombre y su arma, un ejercicio de sorpresa anticipada sin razón de existencia. Maldita frente (absurdamente bronceada en invierno) que jamás recibirá el dolor inconmensurable de un plomo de certeza profesional. Maldita camisa blanca (planchada por madre castradora) jamás manchada de una sangre que se vería mucho mejor ahí que en la remera negra efectivamente salpicada.

22 de septiembre de 2007

17 de septiembre de 2007

Segundos previos


But it's not enough
I need more
Nothing seems to satisfy
I said, I dont want it
I just need it
To breathe, to feel, to know I'm alive

Knuckle deep inside the borderline.
This may hurt a little but it's something you'll get used to
Relax...slip away

13 de septiembre de 2007

La piel de gallina de hoy

Banderas en tu corazón, yo quiero verlas. Ondeando, luzca el sol o no. Banderas rojas, banderas negras, de lienzo blanco en tu corazón.
Perfume al filo del dolor, así invisible. Licor venéreo del amor que está en las pieles, sedas de sedas, que guardan nombres en tu corazón.
Son pájaros de la noche que oímos cantar y nunca vemos. Cuando el granizo volvió, la campana sonó y despertó sus tristezas atronando sus nidos.
Esperando allí nomás, en el camino, la bella señora está desencarnada. Cuando la noche es más oscura, se viene el día en tu corazón.
Estás cambiando más que yo (yira, yira, yira). Asusta un poco verte así (yira, yira, yira). Cuanto más alto trepa el monito, así es la vida, el culo más se le ve.
Yo sé que no puedo darte algo más que un par de promesas, no. Tics de la revolución, implacable rock and roll y un par de sienes ardientes que son todo el tesoro.
¡Tan veloces son! Como borrones, así veloces, hundiendo el acelerador. Atragantados por los licores, soplando brasas en tu corazón.
Vas a robarle el gorro al diablo así. Adorándolo como quiere él, engañándolo. Sin tus banderas, sedas de sedas, que guardan nombres en tu corazón.
¡Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene!
¡Por primera vez vas a robar algo más que puta guita!
Cuando la noche es más oscura, se viene el día en tu corazón.
Sin ese diablo que mea en todas partes...y en ningún lado hace espuma.


(Carlos "Indio" Solari - Juguetes Perdidos)

8 de septiembre de 2007

Bricolage

No debería mirarme ahí. Es un mal espejo. Me veo fea y sé muy bien que no lo soy. Pero que le voy a hacer…es otra puñalada trapera, como siempre. La muy hija de puta nunca me viene de frente, elige siempre el momento en el que camino distraída, admirando bobamente los rayos de sol en mis pestañas, esos instantes en los que incluso pienso que soy idiota...o que quizás sólo estoy feliz, no sé. Entonces, me muerde la oreja. Si, eso, la oreja. Lo suficientemente fuerte para que me duela. Pero no me deja marcas, nunca. Iría contra su casi neurótico sentido de la prolijidad. Además, ella está muy orgullosa de su coherencia, o al menos se lo he oído decir muchas veces.
De todas formas, ya no me molesta más cuando me despierto (no diré “en las mañanas” porque eso sería una completa mentira) y eso es bueno…creo. ¿O no? La verdad es que me siento rara, lo confieso. Porque ahora sé que no soy fea. Y que el problema es el espejo. Ah sí, eso y las mordeduras, que no puedo esquivar. Pero al menos debería acostumbrarme lo suficiente como para ya no sentir el dolor. Mejor dicho: sentir, lo que se dice sentir, lo voy a sentir siempre, no debería importarme. Ahí está.
Pasa que recién estoy aprendiendo a coser. Yo antes solía simplemente pegar las cosas que se rompían, pero la humedad, el calor e infinitas cuestiones fisicoquímicas que no pormenorizaré hacían que las partes terminaran desprendiéndose las unas de las otras. Pero después me di cuenta de que la aguja y el hilo eran una opción más acertada, porque si el hilo se moja no le pasa nada, porque es resistente al calor y a muchas cosas más, y porque para separar las partes cosidas hace falta una mayor inversión de tiempo y esfuerzo (y la gente, generalmente, es perezosa, eso también lo aprendí, pero hace mucho). Entonces, ahora empecé a coser, no muy bien, pero voy mejorando la técnica de a poco, a fuerza de práctica. Y las cosas quedan mejor que con pegamento. Y se ven más lindas. Como yo, que no soy fea.
Entonces, estoy adquiriendo de a poco la segura idea de que, en el caso eventual en que la mordedura resulte demasiado fuerte, si la práctica constante da sus frutos, me voy a poder coser el pedazo que me sea arrancado. Y voy a quedar como nueva, no se va a notar prácticamente nada. Cuando me figuro eso, me siento casi tranquila. Y de nuevo pienso que soy idiota…o que quizás sólo estoy feliz, no sé.

4 de septiembre de 2007

50 million year trip (downside up)


A veces, la calesita me da un poco de miedo...


3 de septiembre de 2007

Fantasía sin premeditación

All of my hate cannot be found
I will not be drowned by your thoughtless scheming
So you can try to tear me down
Beat me to the ground
I will see you screaming…

De repente, me di cuenta de que mis pies no tocaban el suelo, simplemente porque no existía tal cosa. Aturdimientos elásticos, gomosos, purulentos, me presionaban los tímpanos. Una mirada de cervatillo aterrorizado se me adhirió a los ojos, y mis uñas acudieron presurosas a raspar la costra del miedo. Otras uñas, extrañas, comenzaron a robarme epitelios del cuello, sangre de las yugulares ennegrecidas y oxígeno de la tráquea. Los codos no me sirvieron de nada, no pude, no podía contra todos ellos, lampreas del demonio, garrapatas monstruosas.
¿Por qué no me mataban de una vez? Tosí fragmentos de dientes astillados, sentí mis párpados cerrarse bajo la presión de una inflamación purpúrea y antropófaga. Quería desmayarme, quería (¡oh, cuánto lo quería!) pero otro deseo se puso a la par de aquel, corrió con más urgencia y lo pasó a centímetros de la línea final: la sed de aniquilación. No podían hacerme eso con tal impunidad. Se acabó.
Entonces, todo comenzó a correr como aceite de motor, viscoso y resbaladizo. No me gusta tu ropa, ¡bang! Tenés cara de imbécil, ¡bang! Vos, vos…sos demasiado rubia, ¡bang! A ver…no, todo bien con vos, pero igual, chau ¡bang!. Y así, balas, balas y más balas, casquillos humeantes, el dedo índice rígido y acalambrado, la boca abierta en un aullido de animal salvaje. Y luego, risa. No una risa enferma. No una risa sarcástica. Una risa forrada de infantil regocijo, como la de un nene al que le causa alegre sorpresa descubrir que el autito que le regalaron es a fricción y que no necesita la tracción continua de su mano para andar.
Después, me apunté a la sien. No pretendía acabar con mi vida, nada más lejos de eso. Sólo quería masticar y saborear (para después escupir) los gestos, contorsionados por el horror, de los que venían por mi. Ahora era una leprosa, una paria, una poseída…ya nadie me tocaría jamás. Lo había logrado.

If you let yourself go, and open you mind
I’ll bet you’d be doing like me...and it ain’t so bad

31 de agosto de 2007

Tool - Hooker With A Penis

I met a boy wearing Vans, 501s, and a dope Beastie-tee, nipple rings and new tattoos that claimed he was OGT, back from '92, on the first EP. And in between sips of Coke, he told me that he thought we were sellin' out, layin' down, suckin' up to the man.
Well now I've got some advice for you, little buddy. Before you point the finger you should know that I'm the man. I'm the man, and you're the man, and he's the man as well. So you can point that fuckin' finger up your ass.
All you know about me is what I've sold you. Dumb fuck, I sold out long before you ever even heard my name. I sold my soul to make a record, dipshit. And then you bought one.
So I've got some advice for you, little buddy. Before you point your finger you should know that I'm the man. I'm the fuckin' man and you're the fuckin' man as well. So you can point that fuckin' finger up your ass.
All you know about me is what I've sold you. Dumb fuck, I sold out long before you ever even heard my name. I sold my soul to make a record, dipshit. And then you bought one.
All you read and wear or see and hear on TV is a product begging for your fatass dirty dollar. So, shut up and buy my new record. Send more money. Fuck you, buddy.


[Carajo (irse al): expresión que se aplica a un objeto, sujeto o situación que sobrepasa los límites de cualquier intento de elogio. Ejemplo: Esta letra de Tool se va al carajo.]

30 de agosto de 2007

Viejos chotos



(Compañero Sodaodiador, para ver más, puede ingresar a www.fotolog.com/grasas_totales. Sacada de sombrero para ellos)

27 de agosto de 2007

Recognize my disease


Now there's time to give it all
I put my fears behind again
On skinned knees we'll crawl


26 de agosto de 2007

The frayed ends of sanity

De la contemplación de sus manos, que temblaban levemente, le surgió una certeza absoluta. Estaba enferma. No en un sentido físico, aunque sentía el estómago lleno de líquido ambarino y quemante, y los bronquios tapizados con una costra aceitosa. Estaba enferma de miedo, de miedo lánguido, brumoso y omnipresente. Y se sentía súbitamente estúpida por no haberse dado cuenta antes, y también por el hecho de que la iluminación le hubiera llegado de un acto tan fútil como el de mirarse las manos y tratar de discernir la causa de ese temblor crónico, y también por…y…y…suele pasar. Nada que hacer.
Ahora entendía su melancolía espontánea, su consuetudinaria tendencia al orden, el febril apego a las cosas y a las personas que la rodeaban. ¿Cómo no tratar de aferrarse a lo que estuviera más a mano cuando el mismo suelo se sentía como una delgada capa de hielo sobre un lago frígido debajo de sus pies? ¿Cómo no buscar refugios estables y con raíces firmes cuando el techo se combaba peligrosamente sobre su cabeza, cuando pequeñas partículas de yeso se posaban níveamente sobre su cabello? Ciega, tonta, ciega, idiota, ciega, estúpida. Verdaderamente ciega. O quizás, solo estaba buscando excusas, no sería la primera vez que su fino y largo dedo índice apuntara hacia el espacio vacío-lleno en vez de volverse hacia el otro espacio vacío-lleno (el que estaba precisamente en la dirección opuesta).
Vacío-lleno. Vacío-lleno. Se preguntó si las cosas vacías estarían llenas de nada y eso la empujó a recordar la letra de una canción que detestaba, lo cual le arrancó una carcajada feroz y convulsa. Había que ser hijo de puta para escribir semejantes barbaridades che carajo que mal que está el mundo y esta música de mierda que no ayuda pendejos del orto que no tienen oído habría que matarlos a todos son una auténtica plaga (mientras la atravesaba ese brusco stream of conciousness, gesticulaba ampulosamente y movía las manos con violencia, como enfrascada en una apasionada discusión con un auditorio de inexistentes interlocutores).
Los gestos se frenaron en seco cuando la sobresaltó un ruido sordo, metálico y desordenado, proveniente del otro extremo de la casa. En un reflejo animal, tomó el primer objeto contundente que encontró cerca (una lámpara de pie alta y delgada, forjada en hierro oscuro) al grito desesperado de “¡no me toquen, la puta madre que los parió!”. Sus talones repicaron sordamente sobre el piso de madera al son de su enloquecida carrera hacia la puerta trasera, que se abrió vencida por la embestida. El aire invernal le rasgó los pulmones, le hizo toser, trastabillar y encontrarse, de repente, con la nariz pegada al pasto, que la escarcha de la noche anterior había tornado a un desagradable color amarillento. Se llevó los dedos a los labios y sintió el cálido beso de la sangre. Quedó tan absorta en la contemplación de sus yemas perladas de carmesí que no sintió la mano que se posó en su hombro. Recién volteó la cabeza al escuchar aquella voz familiar que le decía, muy cerca del oído, unas palabras que no creyó, pero que la exorcizaron al instante.
“Nada de esto es tu culpa”
Como privada de voluntad, se dejó atraer por aquellos brazos que la izaban del suelo y la estrechaban. Acomodó su cabeza en el hombro providencial y lloró casi para sí misma, mientras se dejaba guiar mansamente de regreso a su habitación.

24 de agosto de 2007

Perdón, Layne

Gustavito dice:
don´t make the people bleed!

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
no, no, estas meando fuera del tarro

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
esto es alice in chains

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
carajo!

Gustavito dice:
si pero es muy violento

Gustavito dice:
los tendrian q meter presos a los drogafdictos esos

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
y...hay uno que ya esta muerto, por si no sabias...asi que ya tuvo su merecido

Gustavito dice:
jajajja

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
se fue al infierno

Gustavito dice:
y despues a carreras y a lokitas

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
jajajajajajajaa

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
te imaginas a layne staley en carreras?

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
lleno de heroina y flasheando solo en un rincón

Gustavito dice:
bailando con una botellita de agua...

Gustavito dice:
y una jeringita

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
que ternura!

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
despues se cae en medio de la pista y le empieza a salir espuma por la boca

Nostawen Séremanwë (Space cadet) dice:
y viene john travolta y le clava una jeringa de epinefrina en el corazon

22 de agosto de 2007

Comedia

La cosa es así: esto se siente como el golpe de una sartén en mis particularmente sobresalientes (sobre-salientes...así esta mejor) huesos frontales.
Esto empieza con mi menudez arrastrándose en cuatro patas, frenética y a la vez agotada, buscando algo que no sé. Algo que quizás (ojalá no, pero lo sospecho) no se supo jamás. Sigue con quejidos. Muchos, borboteantes, goteantes, blublublammmmmubuub (inserte epíteto autoagresivo aquí) baabuuuuañig. Nadie me endereza y brinda a su suerte en esta mesa donde, por elección propia, yo tengo la tarea de recoger sobras y limpiar vómitos. Con la sonrisa intacta. Empleada del mes. Garantizado.
Pero esto no sigue así. Me levanto, me golpeo el pecho. Yo no lo voy a permitir, carajo, resuena en ecos intercostales. Sabés que si, me responde el cínico insecto que vive en mi oído (que se hace llamar a sí mismo Veritas, en un acto de nauseosa aunque deslumbrante soberbia). Hace mucho que he masterizado la táctica de callarlo con el truco de asestarle el seudónimo de "autoboicot" a sus incesantes discursos. Funciona, porque al menos me doy cuenta de que ya no estoy de rodillas. Callate, me responden desde un hoyo oscuro que no alcanzo a divisar. Me río, no lo puedo evitar. Sabe(n)(mos) que esto vuelve a empezar dentro de poco. No me importa. Me río un poco más.

20 de agosto de 2007

Jules


"There's a passage I got memorized. Ezekiel 25:17. 'The path of the righteous man is beset on all sides by the inequities of the selfish and the tyranny of evil men. Blessed is he who, in the name of charity and good will, shepherds the weak through the valley of the darkness. For he is truly his brother's keeper and the finder of lost children. And I will strike down upon thee with great vengeance and furious anger those who attempt to poison and destroy my brothers. And you will know I am the Lord when I lay my vengeance upon you'. I been sayin' that shit for years. And if you ever heard it, it meant your ass. I never really questioned what it meant. I thought it was just a cold-blooded thing to say to a motherfucker before you popped a cap in his ass. But I saw some shit this mornin' made me think twice. Now I'm thinkin': it could mean you're the evil man. And I'm the righteous man. And Mr. 9mm here, he's the shepherd protecting my righteous ass in the valley of darkness. Or it could be you're the righteous man and I'm the shepherd and it's the world that's evil and selfish. I'd like that. But that shit ain't the truth. The truth is you're the weak. And I'm the tyranny of evil men. But I'm tryin', Ringo. I'm tryin' real hard to be a shepherd."

Dulce espera


25 de septiembre, oh si...

17 de agosto de 2007

Apocalyptica - Somewhere Around Nothing


Yendo hacia el mäelstrom...


Aldous Huxley - Las puertas de la percepción (Fragmento)

Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos. Los mártires entraban en el circo tomados de la mano, pero eran crucificados aisladamente. Abrazados, los amantes tratan desesperadamente de fusionar sus aislados éxtasis en una sola autotrascendencia, pero es en vano. Por su misma naturaleza, cada espíritu con una encarnación está condenado a padecer y gozar en la soledad. Las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones, imaginaciones y fantasías son siempre cosas privadas y, salvo por medio de símbolos y de segunda mano, incomunicables. Podemos formar un fondo común de información sobre experiencias, pero no de las experiencias mismas. De la familia a la nación, cada grupo humano es una sociedad de universos islas.

Eugène Ionesco - La cantante calva (Fragmento)

Sra. Smith: El yogurt es excelente para el estómago, los riñones, el apéndice y la apoteosis. Eso es lo que me dijo el doctor Mackenzie-King, que atiende a los niños de nuestros vecinos, los Johns. Es un buen médico. Se puede tener confianza en él. Nunca recomienda más medicamentos que los que ha experimentado él mismo. Antes de operar a Parker se hizo operar el hígado sin estar enfermo.

Sr. Smith: Pero, entonces, ¿cómo es posible que el doctor saliera bien de la operación y Parker muriera a consecuencia de ella?

Sra. Smith: Porque la operación dio buen resultado en el caso del doctor y no en el de Parker.

Sr. Smith: Entonces Mackenzie no es un buen médico. La operación habría debido dar buen resultado en los dos, o los dos habrían debido morir.

Sra. Smith: ¿Por qué?

Sr. Smith: Un médico concienzudo debe morir con el enfermo si no pueden curarse juntos. El capitán de un barco perece con el barco, en el agua. No le sobrevive.

Sra. Smith: No se puede comparar a un enfermo con un barco.

Sr. Smith: ¿Por qué no? El barco tiene también sus enfermedades; además tu doctor es tan sano como un barco; también por eso debía perecer al mismo tiempo que el enfermo, como el doctor y su barco.

Sra. Smith: ¡Ah! ¡No había pensado en eso!...Tal vez sea justo...Entonces, ¿cuál es tu conclusión?

Sr. Smith: Que todos los doctores no son más que charlatanes. Y también todos los enfermos. Sólo la Marina es honrada en Inglaterra.

Sra. Smith: Pero no los marinos.

Sr. Smith: Naturalmente.

16 de agosto de 2007

Bullet Tooth Tony


"So, you are obviously the big dick. The men on the side of you are your balls. There are two types of balls. There are big brave balls, and there are little mincey faggot balls. Now, dicks have drive and clarity of vision, but they are not clever. They smell pussy and they want a piece of the action. And you thought you smelled some good old pussy, and have brought your two small mincey faggot balls along for a good old time. But you've got your parties mangled up. There's no pussy here, just a dose that'll make you wish you were born a woman. Like a prick, you are having second thoughts. You are shrinking, and your two little balls are shrinking with you. And the fact that you've got 'Replica' written down the side of your gun, and the fact that I've got 'Desert Eagle point five O' written down the side of mine, should precipitate your balls into shrinking, along with your presence. Now...fuck off."

13 de agosto de 2007

Asístole


Nun liebe Kinder gebt fein acht
ich bin die Stimme aus dem Kissen
ich hab euch etwas mitgebracht
hab es aus meiner Brust gerissen

Mit diesem Herz hab ich die Macht
die Augenlider zu erpressen
ich singe bis der Tag erwacht
ein heller Schein am Firmament
Mein Herz brennt

George Orwell - 1984 (Fragmento)

Algún día, decidirían matarlo. Era imposible saber cuándo ocurriría, pero unos segundos antes podría adivinarse. Siempre lo mataban a uno por la espalda mientras andaba por un pasillo. Pero le bastarían diez segundos. Y entonces, de repente, sin decir una palabra, sin que se notara en los pasos que aún diera, sin alterar el gesto…podría tirar el camuflaje y ¡bang!, soltar las baterías de su odio. Sí, en esos segundos anteriores a su muerte, todo su ser se convertiría en una enorme llamarada de odio. Y casi en el mismo instante ¡bang!, llegaría la bala, demasiado tarde, o quizá demasiado pronto. Le habrían destrozado el cerebro antes de que pudieran considerarlo de ellos. El pensamiento herético quedaría impune. No se habría arrepentido, quedaría para siempre fuera del alcance de esa gente. Con el tiro habrían abierto un agujero en esa perfección de que se vanagloriaban. Morir odiándolos, esa era la libertad.

12 de agosto de 2007

Cruz

¿Qué hacer? Sólo queda llorar lágrimas de cerveza y mirarse los pies, fijos en la encrucijada por obra y gracia de dos clavos de nueve pulgadas. Rotar la cabeza, mirar el brazo derecho y descartar su accionar por impracticable. A su turno, volver la vista al izquierdo y escupir la mano siniestra e inútil. Gritarle en tono marcial a los talones, aplastarles la voluntad. Y, por último, musitarle dulcemente a los dedos de los pies, con el mismo tono que se usaría para amansar un caballo encabritado, para luego plantarles una zanahoria por delante, un cebo que les despierte el apetito.
Es lo que pasa cuando el cielo se torna anaranjado, lleno de humo espeso y pestilente; cuando el viento que rumorea su indecisión a través de las ramas desnudas no parece de este mundo; cuando el rostro se llena de deformaciones globulares y ya deja de ser propio. Cuando el látigo resuena en la espalda cobarde, que se deshace en lamentos de mármol viejo, negándose una y otra vez, y otra vez de nuevo, quebrándose, desmoronándose en cientos de pedazos de hueso y en ríos medulares. Y diciendo que no por un rato más.
Entonces, hay que levantar el mentón, endurecer la mirada, subirse el cuello del abrigo y patear piedras hacia adelante. Y a no quejarse cuando desde las sombras se devuelve el golpe. Las transfiguraciones no son cosas de todos los días, pero tampoco deberían ser una excusa para actuar como fotocopias de héroes de la peor calaña. Menos aún deberían existir quejas cuando se cruza un pie por delante del otro para terminar de bruces en el suelo. Ese acto solo se merece risas desmadejadas, pétalos de rosa carcomidos por pulgones y salpicaduras de vino rancio, que después será convenientemente transformado en agua de bautismo para niños nacidos de uniones incestuosas.
Lo mejor sería montarse en un corcel de acero y convertirse en un cowboy del infierno, en el quinto jinete del Apocalipsis, el que esparce la enfermedad del orgullo inverso y sin raíces, ese que se homologa con mordeduras sonrientes y con humillación incorpórea. El mismo que nos hace mirarnos en el reflejo convexo de una cuchara lustrada y no ver más que estupidez encarnada en formas ondulantes, un pretexto más para la masacre autista. Pero no…por más cuerpos laxos que sostenga el suelo, lo cierto es que mañana, muy probablemente, hará frío. Y que, por lo visto, los dedos de los pies ya olieron la carnada. ¡Ecce femina!

10 de agosto de 2007

Fiodor Dostoievsky - Memorias del subsuelo (Fragmento)

Aún ahora, luego de tantos años, ese recuerdo sigue siendo extraordinariamente vívido y molesto. Tengo muchos recuerdos desagradables, pero...¿por qué no interrumpir aquí estas memorias? Me parece que fue un error comenzarlas. Sin embargo, por lo menos me he sentido avergonzado durante todo el tiempo en que las escribí, de modo que no son literatura sino un castigo y una expiación. Por supuesto no es muy interesante hacer un largo relato de cómo envenené mi vida por desintegración moral en mi húmedo agujero, por mi falta de unión con otros seres, por rencor y vanidad. Juro que no tiene interés literario alguno, pues una novela necesita un héroe, en tanto que yo he reunido aquí, casi en forma deliberada, todas las características de un antihéroe. Es inevitable que estas memorias produzcan una impresión de repugnancia, porque todos nosotros hemos perdido contacto con la vida, y todos, en cierto sentido, estamos tullidos. Hemos perdido contacto hasta tal punto, que sentimos disgusto por la vida tal como se la vive en realidad, y no podemos soportar que nos lo recuerden. Hemos llegado a un punto en que consideramos la vida real como un trabajo - casi como un trabajo penoso -, y convenimos en secreto que es del todo mejor la manera en que se la representa en la literatura. ¿Y a qué viene todo ese alboroto? ¿Por qué levantar tanto la nariz? ¿Qué exigimos? No lo sabemos. Si nuestros caprichosos deseos fueran concedidos, nosotros seríamos quienes más sufriríamos. Bueno, prúebenlo ustedes; pidán más independencia. Tomen a cualquiera, desátenle las manos, ensanchen su campo de actividades, aflojen la disciplina, y...bueno, créanme, en seguida querrán que le vuelvan a imponer la misma disciplina. Sé que lo que digo les molestará, que los hará patear el suelo y gritar:
- Habla por ti y por tus desdichas en tu maloliente agujero, pero no te atrevas a hablar de todos nosotros.
Pero escúchenme un momento. No trato de justificarme cuando hablo de todos nosotros. Por mi parte, lo único que hice fue llevar al límite lo que ustedes no se atrevieron a dejar siquiera a mitad de camino; confunden su cobardía con espíritu razonable, y gracias a ello se sienten mejor. De manera que, en definitiva, podría resultar que yo estoy más vivo que ustedes. ¡Vamos, mírenlo otra vez! ¡Pero si hoy ni siquiera sabemos dónde está la verdadera vida, qué es, ni cómo se la encuentra! Si nos quedamos sin literatura nos confundimos y nos sentimos perdidos; no sabemos a qué unirnos, qué tolerar; qué amar, qué odiar; qué respetar, qué despreciar. Hasta nos resulta molesto ser hombres, hombres de verdad, de carne y sangre, con nuestro propio cuerpo; nos avergonzamos de él y ansiamos convertirnos en algo hipotético denominado el hombre corriente. Hemos nacido muertos, y durante mucho tiempo nos pusieron en el mundo padres que están muertos a su vez. Y eso nos gusta cada vez más. Sentimos verdadero placer, por así decirlo. Pronto inventaremos una manera de ser engendrados del todo por las ideas. Pero basta; ya me he cansado de escribir estas memorias del subsuelo.