Chico: No tengo billetes, no tengo nada, no me paga usted nunca y quiero mi dinero, jefe.
Groucho: ¿Que quiere su dinero? Querrá usted decir mi dinero.
Chico: Mr. Flywheel, me debe usted trescientos dólares y los voy a cobrar.
Groucho: De acuerdo, vamos a ver cuánto tengo. Cincuenta, sesenta, ochenta, ochenta y cinco, noventa, un dólar...Pues no. No tengo más que un dólar.
Chico: Está bien. Lo tomo.
Groucho: Lo siento, Ravelli, pero resulta que es el monedero de Miss Dimple. Le diré lo que vamos a hacer. No tengo los trescientos dólares, así que le regalo el negocio y yo trabajaré para usted.
Chico: ¿Que trabajará usted para mí? ¿Y cómo le voy a pagar el sueldo?
Groucho: Verá, en cuanto usted me deba trescientos dólares, me devuelve el negocio, y luego vuelve a trabajar para mí.
Chico: De acuerdo. Tendremos que poner mi nombre en la puerta.
Groucho: ¡Es usted un magnífico hombre de negocios, Ravelli! Cuesta dos dólares cambiar el nombre de la puerta pero el suyo lo podemos cambiar por nada. Vamos a ver...Flywheel, Shyster y Flywheel. Yo soy los dos Flywheels y Shyster no pertenece a la empresa.
Chico: Entonces, ¿por qué está ahí su nombre?
Groucho: Verá, Shyster se escapó con mi mujer, y yo puse su nombre en la puerta en señal de gratitud. Oiga: ¿por qué no usa usted el nombre de Shyster?
Chico: Muy bien, me cambio el nombre. De ahora en adelante seré Shyster Ravelli.
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1 comentario:
Jajajaja. Es un geeeeeenioooo.
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