La cárcel de los alambres de cobre
y el bozal de oferta
conspiran para izarme
al frustrante altar del eco
Es que las treguas son tan vulgares
como el blanco de sus banderas
son tan baratas
como las canastas de cabello trenzado
Y ya no confío en mi amnesia
ni en el temblor de mis manos
volverán a elegir la huida
cuando yo decida quedarme
Mientras el deseo encapsulado
concentrado, latente
doblado setenta veces sobre sí mismo
busca la coordenada exacta
Para comenzar la construcción
de una catástrofe universal
con el mismo material
del que están hechas las renuncias.
20 de junio de 2009
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7 comentarios:
A veces dudo que entienda lo que querés decir. Pero no sé si tanto importa, es tan bello.
Y... a veces yo tampoco entiendo lo que quiero decir.
Sí que sí, bellas palabras.
Quiero creer que ya escrito este poema, algun deseo latente está ahora doblado 69 veces sobré sí mismo.
At least!
Precioso
qué texto bien logrado!!! qué buen blog he conocido... felicitaciones!!!
por cierto las utopias que te envuelven setenta veces duran tres segundos en desnudarte... sino menos... y ahí te dejan, desnuda...
pero para eso son utopias, para eso las deseas, para desnudarte...
¡Muchas gracias por tan calurosos elogios! Espero que sigas visitanto estos páramos, Pablo. Saludos.
Verdaderamente un placer haber encontrado este blog... Gracias por tanta belleza.
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