Cielo blanco, cielo escrito
las nubes aún ignoran
los cables negros que corren entre ellas
Día recién nacido, día de los muertos
sobre la ciudad de los hombres quietos
la única belleza que existe
es la del barro amando las suelas de sus botas
Y la de las drogas opacas y los huesos líquidos
tejiendo capullos alrededor de las espaldas
y corazas inmunes a las brasas de mi cigarrillo
(¿Qué pasaría si le vendiera mi cuerpo
a la bruma gris de los confines de este mundo?)
6 de abril de 2009
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2 comentarios:
Por momentos, por palabras, me hizo acordar a Avellaneda Blues.
Tal vez diga boludeces.
Sí, totalmente, hay una vibra similar. Pero creo que lo mío debe venir (inconscientemente) de mis lecturas de Arlt.
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