28 de febrero de 2009

Dos

Él no escucha
nunca escucha
sigue subiendo
por las escaleras ambarinas

Es el protagonista
de viajes fantásticos
a lomos de polillas negras
o ranas con pies de metal

A veces vuelve
para pedirme un cigarrillo o dos
no quiero mirarlo
no puedo
porque
se va
otra vez

Y no escucha
nunca escucha
cuando le digo
que en algún rincón
de cualquier armario
entre cadáveres tallados en naftalina
un planeta desierto
y quizás radioactivo
cuelga del extremo
de una cadena de oro blanco.

2 comentarios:

el_iluso_careta dijo...

me recabe como escribís...

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Lo que más me gusta de este poema es lo que llamaría su sintaxis. La extensión de los versos, y su encabalgamiento con su contexto. Hay una sintonía entra esta sintaxis y la tonalidad emotiva de la voz poética(digamos: entre la sequedad lacónica del verso y el confinado silencio de ella)

En resumen, más allá del registro léxico "extravagante"-desde mi óptica estética- el poema reluce bastante. I like it!!