14 de noviembre de 2008

La hora del barómetro



Cuando enfermás con tanta gana

cerrás las filas del dolor

(Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota - Salando las heridas)



Trepando por las pulidas mesas
de la cocina del infierno

Estoy mordiendo un cáncer
cáncer
cáncer
cáncer

Hay crucifixión
a las cinco de la mañana
pero dejé las vasijas de arcilla
en la mesa del patio

Llovió

Y ahora me veo
exactamente igual
a cualquier estúpida
que cosecha clavos de noche

Casi me parezco a las abejas
que anidan en aquel charco de agua gris
donde hasta las piedras
se pudren prematuramente.





(Foto por Demon/Cleaner)


5 comentarios:

Grado Cero dijo...

"Estoy mordiendo un cáncer..." me gusta el poema, cuando termino de leerlo, y vuelvo a "estoy mordiendo un cáncer"


Beso, Nati

Petra von Feuer dijo...

Es que, por alguna razón, esa frase es la que sirvió de pivote o de eje cuando escribí el poema. Aunque no sabía que, al momento de la lectura, también funcionaría de la misma manera.

Serj Alexander Iturbe dijo...

En las vasijas está el secreto, sí, definitivamente.
Leo un via crucis cotidiano, aunque no quiero dejar de mencionar la cuestión judaica en el cáncer triplicado a la manera clásica de hacer superlativos.
Están los clavos, el infierno (la cocina, la preparación del infierno), las piedras que se pudren prematuramente.
¿Putrefacción prematura = Resurrección?
No más lectura cabalística.
Fin de cita.

me llaman Flor dijo...

y nadie dice nada sobre la foto, que de por cierto, se va a la mierda.

el_iluso_careta dijo...

buena foto, buen texto...